miércoles, 24 de abril de 2013

¿Capacitar o no Capacitar (esa es la cuestión)?

¿Cuáles son los beneficios reales/medibles de invertir en la capacitación del personal?

Esta es un pregunta recurrente en muchas Organizaciones y desde luego una pregunta válida. Capacitar por capacitar no es el tema y disponer de un mecanismo para determinar los beneficios de la capacitación es fundamental.

Lamentablemente, todavía es común, que las Direcciones de las Organizaciones tengan una “visión puramente financiera” (y de corto plazo) para medir los beneficios de las acciones llevadas a cabo en la Organización y los análisis de los recursos invertidos en capacitar al personal, no es una excepción.

No me mal entiendan; Uno de los elementos fundamentales en cualquier Organización es que está sea financieramente viable, pero “ser viable”, va más allá de un análisis puramente financiero. Para determinar la viabilidad de una Organización (en el tiempo), es fundamental contar con elementos “Hardware” y “Software” de la Organización para valorar la toma de decisiones.

Cuando hablamos del “hardware”, esto es sencillo (¡Ups!). “Hardware” implica que puedo yo como Director leer en los estados financieros de la Organización que las decisiones tomadas impactaron positivamente el desempeño.

El problema (¡Ups, Ups!) está en el “Software”; Regularmente no es sencillo observar algún impacto positivo (o negativo) en los estados financieros en función de “programas de capacitación” llevados a cabo sobre cualquier tema. Los elementos “Software” están más relacionados con temas estratégicos de la Organización tales como impacto en la percepción del cliente (que podrá llevar a conservar o crecer los negocios en un determinado mercado) y operativos como por ejemplo la reducción del re-trabajo (que finalmente lleva a un impacto financiero, pero que difícilmente queda relacionado directamente con la capacitación).

En este mismo sentido, es interesante observar como declaran diversas empresas la “importancia del capital humano y de sus colaboradores” o “contamos con personal competente y motivado”, sin que estas declaraciones se reflejen en el presupuesto de capacitación (que incluye capacitar al personal para el desarrollo de los planes en los siguientes 5 años).

Algunos datos relevantes y que deberían ser observados:

·         Es un hecho que la gente sin capacitación tarda más en realizar su trabajo, que una persona capacitada y motivada. (algunos datos, dependiendo de la actividad establecen que hasta seis veces más);

·         La capacitación mejora la retención. En aquellas empresas en las que no hay capacitación de ningún tipo, 41% de las personas quieren irse. En aquellas en las que sí la hay, sólo 12% busca irse. (Louis Harris and Associate Poll). Esto implica un gran costo para la organización;

·         Un estudio longitudinal realizado por la American Society of Training and Development muestra que las empresas que invierten $1500 dólares en capacitación por empleado, comparado con aquellos que invierten $125, experimentan, en promedio, un aumento del 24% en margen de ganancia y 218% mayor productividad por empleado!

La Revista FORBES en su publicación de Septiembre del 2012 (Colaborador Victor Lipman) discute “Las 10 razones porque las Organizaciones deberían invertir más en la Capacitación Gerencial”

(Extraído y traducido de la publicación) 

1.        La relación de un empleado con su jefe directo es el factor más importante en la contratación de empleados.

2.        Los empleados comprometidos son más felices y más productivos. Empleados no comprometidos se sienten frustrados y más negativos.

3.        Porque no hay amplio consenso-sobre habilidades para la gestión (buenos gerentes vienen de todas las formas y tamaños); hay un supuesto, todo el mundo sabe cómo hacerlo. Esto es similar a alguien que nunca ha conducido antes de recibir las llaves de un coche y dijo: "Maneje" (hace muchos años, así fue como aprendí a “gestionar”. Cometí un error a mi manera a través de él ensayo y error y esto no era bonito.)

4.        Los fundamentos de la gestión – establecimiento de objetivos claros, los sistemas de evaluación de desempeño estructurado, la retroalimentación y la comunicación honesta y abierta, etc. – no es ciencia de cohetes. De hecho, hay maneras más sencillas que la ciencia de cohetes. Es por eso que las empresas deben hacerlo bien.

5.        Los jóvenes gerentes de hoy se convertirán en los líderes del mañana. (Y si su empresa sólo va a salir y contratar a líderes en lugar de desarrollar su propio personal, usted tiene que preguntarse: ¿Por qué?)

6.        Muchas empresas invierten intensamente en la formación de la parte superior (el desarrollo del liderazgo, etc.), pero menos en la parte inferior o en el centro, donde puede ser más necesario.

7.        La gestión es con frecuencia irregular en toda la organización. Tiene sus más destacados, sus “lo hacen bien”, y sus “francamente incompetentes” que pueden hacer mucho daño a la Organización. En este negocio, como en tantos otros, la consistencia es una buena cosa.

8.        Gerentes respetados y bien entrenados levantan la moral, y eleva la retención de la moral en altos niveles. Y como usted por supuesto sabe, es pésimo y tremendamente caro contratar y despedir.

9.        La protección de Litigios. Para amplificar el punto 8, es aún más perversamente caro hacer frente a demandas de los empleados, además de la mala imagen resultante.

10.    Volvamos al número 1. El punto es muy importante para no enfatizar. En el panorama general, la relación de un empleado con su jefe directo es el factor más importante en el compromiso de los empleados. Todo comienza con el día a día, la relación en las “trincheras” – este es el hilo del que está hecha la tela. Si los directivos están haciendo su trabajo (suponiendo, por supuesto, usted ofrece productos o servicios que la gente quiere y necesita), tendrá una fuerza de trabajo productiva. Si ellos no están haciendo su trabajo, …………..no podrá terminar bien….

La American Society for Training and Development (ASTD) comenta (estudio del 2009, en plena crisis):

"Aunque las organizaciones lidiaron con algunas de las peores condiciones económicas en décadas, los líderes empresariales continúan dedicando recursos sustanciales al aprendizaje de los empleado en el 2009. La ASTD estima que las organizaciones estadounidenses gastaron $ 125,88 mil millones en el aprendizaje y desarrollo de empleados en 2009. Casi dos tercios de la Total ($ 78,61 mil millones) se destinó a la función de aprendizaje interno, y el resto ($ 47,27 mil millones) se destinó a servicios externos. Gastos de aprendizaje directos, tales como los salarios del personal de RH, los gastos administrativos y otros gastos relacionados están incluidos en esta cifra ... "

El estudio encontró que:

"El gasto anual medio por empleado en la muestra de la ASTD de las grandes organizaciones, tuvo un ligero aumento en el gasto en formación en el trabajo y el desarrollo en 2009. Los gastos de enseñanza media anual por empleado para todas las empresas encuestadas aumentaron de US $ 1.068 en 2008 a $ 1.081 en 2009-un aumento del 1,2 por ciento.... "

"Como en años anteriores, las organizaciones y foros MEJORES ganadores del Premio gastaron más en el aprendizaje y desarrollo por empleado que la muestra consolidada...."

El entorno y la dinámica actual de las Organizaciones (mercados cambiantes, competencia nacional e internacional, presiones por costos, nuevas tecnologías, marco legal cambiante, incluyendo marcos fiscales, ambientales y de seguridad, etc…) requieren que el personal de estas Organizaciones posea nuevas competencias.

Este conjunto de competencias, no solamente se enfocan a las técnicas, pero también las gerenciales. Es decir, la formación de habilidades tendientes a mejorar actitudes y comportamientos del personal gerencial en el proceso de toma de decisiones (liderazgo, conducción de equipos, negociación, comunicación eficaz y gestión de proyectos son algunos ejemplos). El desarrollo de estas competencias permite al capital humano tener una visión clara del negocio, los elementos para planificar estratégicamente el desarrollo del negocio y estar preparado para gestionar los cambios necesarios recurrentes.

La capacitación debe estar orientada a la mejora del desempeño actual y futuro del personal; Debe ser medida en términos de resultados esperados; Debe ser motivante y promover una actitud innovador y de mejora en el personal.

El proceso de capacitación debería medirse con elementos más cualitativos que cuantitativo, a través de objetivos claros y específicos, alineados con los objetivos del negocio.